El bornizo es la materia prima y virgen que se extrae de forma manual del alcornoque. La primera vez que se realiza esta operación, el árbol tendrá de treinta a cincuenta años de edad y dependerá del diámetro del tronco, que no deberá ser menor de un metro; esta corteza o capa externa crece en este árbol debido a la evolución del mismo. Que ha sido capaz de desarrollar esta defensa para protegerse del fuego.
El bornizo también se obtiene de ramas caídas, árboles secos o muertos, teniendo en cuenta la diferencia que existe entre las dos maneras de obtenerlo. Al primero le denominaremos bornizo limpio y al segundo bornizo sucio, porque a este último, al extraerlo, se trae pegado la casca o capa madre. Su uso más común es para la confección de Belenes y para albergar reptiles.
En la segunda pela o saca del alcornoque ya no será bornizo lo que obtengamos sino corcha o corcho. Para realizar esta segunda saca tienen que transcurrir un mínimo de nueve años y así sucesivamente con cada nueva saca. Esto se hace así para que el alcornoque se recupere y la corcha tenga buena calidad.
El bornizo tiene aspecto y tacto rugoso, superficie irregular, con tonalidades de grises y diferentes espesores y longitudes, arde bien pero se quema mal, con propiedades aislantes ante el frío, el calor, la humedad, etc.
El alcornoque puede llegar a vivir 250 años a pesar del castigo constante que le damos los humanos; la poda podrá realizarse los tres años en medio entre la primera y segunda saca de corcha, el tipo de poda que requiere el alcornoque es por despunte para que el árbol crezca hacia arriba. Mi abuelo siempre me decía: “niño, el alcornoque al cielo y la encina al suelo”.
Próximamente Canal Sur retransmitirá un pequeño reportaje en el programa “Este es mi Pueblo” sobre la saca de bornizo, donde Trabajos Forestales ha participado.